El papa Francisco también fue un inesparado ícono de la moda
Por Leah Dolan y Jacqui Palumbo, CNN
Puede que la moda no sea lo primero que se nos viene a la mente al pensar en el legado papal, pero el papa Francisco, fallecido el lunes, tenía un estilo único, que no incluyó una chaqueta acolchada blanca ceñida al estilo de Balenciaga (eso sí que era Inteligencia Artificial), pero sí unas sencillas sotanas color crema y sus cómodos zapatos negros de cuero.
La elección de calzado de Francisco fue señalada por primera vez por The New York Times, tan solo 24 horas después de ser elegido papa en 2013. El periodo destacó que Francisco había “cambiado drásticamente el tono del papado” con sus zapatos negros —aparentemente hechos por un amigo en Buenos Aires, su ciudad natal— y con su reloj de pulsera común y corriente. Rápidamente se hizo conocido por su atuendo sencillo, a menudo sin adornos, en contraste con su predecesor, el papa Benedicto XVI, quien optó por cruces pectorales con incrustaciones de gemas, mocasines de diseño de color rojo brillante y accesorios arcaicos, entre ellos, un tradicional camauro de terciopelo y armiño que llamó la atención por su parecido con un gorro de Papá Noel.
Los elogios al estilo de Francisco no tardaron en llegar: The Cut lo declaró el “papa normcore” del mundo por su estilo “sencillo y sin adornos”. También se convirtió en el primer pontífice en aparecer en la portada de la revista Rolling Stone, y Esquire lo designó como el “hombre mejor vestido” de 2013. Poco después llegaron los innumerables memes y la merchandising no oficial de Etsy, con la imagen de Francisco en un montón de camisetas, sudaderas y tazas con diseños que imitaban los de los 90.
“Si bien Bradley Cooper, Chris Pine y Joseph Gordon-Levitt han tenido años memorables, sus elecciones de vestuario empiezan y terminan en la proverbial alfombra roja”, escribió Max Berlinger de Esquire. “Mientras tanto, las decisiones de vestuario del papa Francisco han marcado sutilmente una nueva era (y, para muchos, una nueva esperanza) para la Iglesia católica”.
Este reportaje fue uno de los más populares de Esquire durante meses, según Berlinger, quien posteriormente fue invitado a varios programas de noticias matutinos para explicar su controvertida decisión (invitaciones que él rechazó).
“Simplemente me pareció genial y digno de mencionar”, declaró a CNN en una entrevista telefónica. “El papa anterior se vestía mucha ropa muy ornamentada y cara. Francisco iba a las cárceles y lavaba los pies a los presos. Recuerdo haber pensado que esto formaba parte de un cambio más grande, y que su ropa era una manifestación visual de eso”.
Antes del cónclave papal de 2013, Francisco, cuyo verdadero nombre era Jorge Mario Bergoglio, ni siquiera figuraba entre los tres candidatos principales para el cargo. Parecía modesto, humilde y, en gran medida, pasaba desapercibido. Pero fue en parte esta actitud discreta, tan diferente a la de su predecesor, lo que despertó interés. “Como arzobispo de Buenos Aires, Bergoglio nunca había sido un orador especialmente talentoso”, escribió Mark Binelli en el artículo de portada de la revista Rolling Stone. “Pero ahora que es el papa Francisco, su reconocible humanidad resulta claramente revolucionaria”.
Aunque el estilo de Francisco a menudo se interpretaba como una muestra de humildad o ascetismo, Carol Richardson, historiadora eclesiástica y de arte de la Universidad de Edimburgo, afirmó que los contrastes en la indumentaria de ambos papas reflejaban diferencias más profundas en sus perspectivas sobre su rol como líderes de la Iglesia católica.
“Benedicto XVI jugaba con diferentes épocas a través de su vestimenta”, explicó en una videollamada. “Como tradicionalista, reafirmaba la continuidad histórica del papado”.
Al aparecer con casullas cristianas primitivas (vestimenta exterior sin mangas que se usaba durante la misa) y palios romanos antiguos (banda de tela que se enrolla alrededor del cuello), afirmaba “un vínculo inquebrantable” desde Jesús hasta San Pedro, el primer papa, y hasta el propio Benedicto XVI, según Richardson.
Francisco, al ser el primer papa jesuita, parecía tener prioridades diferentes, dijo Richardson, señalando que los jesuitas (originalmente conocidos como la Compañía de Jesús) tienden a “estudiar idiomas, filosofía, teología, historia, retórica; todo se trata de la aplicación, del proceso de ser sacerdote en el mundo”, explicó. “Así que hay una aplicación práctica, que está por encima de cualquier interés teórico o histórico”.
A pesar de que Francisco minimizó el simbolismo, su vestimenta completamente blanca sí tenía un significado. El blanco y el rojo son los colores principales de la vestimenta papal: el blanco representa la pureza y la caridad, y el rojo la compasión y el sacrificio.
No hay requisitos papales en cuanto al color del calzado, aunque tradicionalmente los calcetines también han sido blancos o rojos. (Francisco vestía deusaba negros; Benedicto, de un blanco impecable). El negro, el color de sus zapatos, no tiene simbolismo oficial, aunque Richardson señaló que los frailes franciscanos, que predican la pobreza y la caridad, son conocidos por usar zapatos y sandalias negros.
“Probablemente sean los zapatos que usó como sacerdote”, dijo.
Cuando la imagen generada por IA de Francisco vestido con ropa urbana de alta costura se volvió viral, la representación fue particularmente absurda para un líder santo, y más aún para uno con un estilo tan modesto. Sin embargo, Richardson vio un indicio de verdad en la razón por la que la fotografía falsa tuvo tanta repercusión entre los usuarios de internet.
“Aunque era falso, seguía siendo un elogio amable para un papa que sigue la tradición… pero también por el hecho de que son sacerdotes en el mundo actual”, dijo. “Se trata de comprender el pasado y el presente para avanzar hacia el futuro”.
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