En exclusiva con CNN, el presidente Noboa dice que espera recibir “ayuda real” de EE.UU. para combatir la criminalidad
Por Cynthia Zamora, Tamara Benavides, Luis Yepes y Fernando del Rincón, CNN en Español
Daniel Noboa esperaba ganar la segunda vuelta de la elección presidencial en Ecuador, pero le sorprendió el margen de once puntos porcentuales con el que lo hizo. “No teníamos proyectada esa diferencia, pero la campaña y la estrategia buscaba captar mucho voto indeciso al final y, bueno, hizo efecto”, afirmó el mandatario en una entrevista exclusiva con Fernando del Rincón, de CNN en Español, a menos de 48 horas de su triunfo.
Con más del 99% de las actas escrutadas, el Consejo Nacional Electoral concede a Noboa el 55,60% de los votos mientras que su rival Luisa González, del partido Revolución Ciudadana, lleva el 44,40% de los sufragios. Son más de un millón de votos de diferencia. “El resultado está claro”, dice Noboa, en referencia a los señalamientos de presunto fraude hechos por González sin presentar pruebas.
Para Noboa su rival “se quedó sola” y, tras haber recibido el reconocimiento de numerosas autoridades de la Revolución Ciudadana, el partido del expresidente Rafael Correa, afirma que “quienes siguen diciendo que hubo fraude son Luisa, (Andrés) Arauz y (Nicolás) Maduro”.
Noboa elogió la labor de las autoridades electorales. “El conteo fue bastante serio por parte del CNE. […] dio tranquilidad ver que las actas avanzaban. Fue bastante transparente”.
La autoridad electoral confirmó que hasta este lunes no se habían interpuesto recursos en contra de los resultados electorales.
El presidente de Ecuador asegura que su victoria refleja un cambio en el votante ecuatoriano. “Ya existe un voto duro noboísta de alrededor del 30% que están convencidos del proyecto, convencidos de que este es el camino […] Hemos crecido. Hemos ganado en provincias de la costa dominadas por el correísmo. No es un voto anticorreísta… es el voto correísta desilusionado por el correísmo”.
Noboa completó el periodo iniciado por el presidente Guillermo Lasso, quien en mayo de 2023 disolvió el Congreso y pidió la convocatoria de elecciones anticipadas para evitar su destitución. Los votantes le han otorgado a Noboa cuatro años adicionales al frente del Ejecutivo en los que espera gozar de gobernabilidad y mantener una relación de armonía con la Asamblea Nacional.
Pero el joven presidente deberá enfrentar desafíos de envergadura como la inseguridad, que preocupa a los ecuatorianos. El día de la votación algunos electores expresaron su deseo de que el nuevo Ejecutivo garantice la tranquilidad al considerar que la seguridad está “hecha pedazos”.
Para combatir la criminalidad, Noboa apuesta por soluciones internacionales que se sumen a las medidas que ha tomado: la declaratoria del estado de excepción, de conflicto armado interno y la designación como “terroristas” de más de una veintena de organizaciones criminales.
El mandatario ha solicitado el apoyo de fuerzas extranjeras para combatir las pandillas y se ha interesado en forjar una alianza estratégica con el Gobierno del presidente estadounidense Donald Trump. Noboa dice que no ha habido resultados concretos porque en la Casa Blanca “estaban esperando a ver qué pasaba en las elecciones”.
El mandatario reconoció que durante la campaña su equipo trató con Estados Unidos cuestiones relativas al apoyo en “sistemas de inteligencia, en radares, en protección de fronteras y en monitoreo del tráfico de drogas, de pesca ilegal y de grupos irregulares cerca de la frontera dedicados a la minería ilegal”, aunque no detalló el alcance de esas conversaciones ni si ya tienen algún acuerdo.
El presidente cree que a partir de ahora Ecuador sí está en condiciones de recibir “paquetes de ayuda reales” de Estados Unidos.
Por otro lado, Noboa reiteró que a su Gobierno le gustaría contar con presencia militar internacional permanente y establecer cooperación con varias naciones. “Que exista apoyo de fuerzas extranjeras con mucho gusto, lo necesitamos”. Y no le resulta descabellado tener una base militar conjunta en su país, aunque especificó que las operaciones de seguridad en Ecuador deben controlarla militares y policías ecuatorianos.
CNN reportó previamente que Ecuador se está preparando para la llegada de fuerzas estadounidenses con la construcción de una nueva base naval en la ciudad costera de Manta, donde se alojaría el personal de Estados Unidos, según un alto funcionario ecuatoriano familiarizado con la planificación del proyecto.
Aprobada en 2008 durante el Gobierno de Rafael Correa, la Constitución de Ecuador prohíbe expresamente la existencia de una base militar extranjera en su territorio. Por eso Noboa presentó en septiembre de 2024 un proyecto de reforma parcial a la Constitución para modificar el artículo 5, que también prohíbe ceder bases militares nacionales a fuerzas armadas o de seguridad extranjeras. El proyecto se encuentra en debate en el Legislativo.
Uno de los obstáculos que el mandatario dice encontrarse a la hora de combatir el crimen con eficacia es el solapamiento de la violencia criminal con la política. El joven líder asegura que “el narcotráfico y la criminalidad siempre buscan tener un brazo político que los apoye”. Asegura que “algunos miembros de la clase política tradicional tienen o han tenido nexos con el crimen organizado”.
Noboa prometió una mejora en las cifras de homicidio para el final del año y atribuyó al contexto preelectoral el nivel de violencia sin precedentes registrado en el país en los primeros 45 días de 2025, en los que se reportaron más de 1.000 homicidios.
El cumplimiento de esa promesa implica también controlar las fronteras, que Ecuador comparte con los principales productores de cocaína del mundo, Colombia y Perú. En ese sentido, asegura Noboa, “hemos hablado con Petro y con la presidenta de Perú para que haya mayor control en las fronteras. Estamos con acciones en conjunto”.
Noboa destacó el buen entendimiento que ha tenido con Dina Boluarte, que no se replica en el caso de México. Pese a las denuncias de la presencia en Ecuador de grupos criminales mexicanos, Noboa traza una línea roja muy clara en la relación con su colega Claudia Sheinbaum: la cooperación no puede estar supeditada al otorgamiento de un salvoconducto al exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas.
En abril de 2024, la Policía ecuatoriana irrumpió en la Embajada de México en Quito para detener a Glas, quien estaba asilado en la sede diplomática tras una sentencia por corrupción. Como resultado, México rompió relaciones diplomáticas con Ecuador.
Daniel Noboa no oculta su interés en entablar “una relación única” con su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump. En la conversación con CNN Noboa reconoció que necesita una reunión poselectoral con el mandatario estadounidense para consolidar los planes esbozados con anterioridad y afirmó que cuando estuvo en Mar-a-Lago a finales de marzo, en el marco de una visita privada, mantuvo una “buena conversación” con el mandatario estadounidense.
Noboa confirmó que invitará a Trump a su toma de posesión al tiempo que minimizó la imposición de aranceles del 10% a los productos ecuatorianos. En el ámbito de política migratoria, Noboa atribuyó a la buena relación bilateral el hecho de que Ecuador haya salido de la lista de prioridad de deportación de Estados Unidos, aunque reconoció que las deportaciones de ecuatorianos se siguen produciendo.
El presidente de Ecuador defiende que el suyo es un proyecto sensato y franco en los temas claves, y aunque admitió que comparte elementos similares con líderes regionales como Nayib Bukele, puntualizó que son “personas diferentes” y que en su país no se está siguiendo “el manual Bukele” ni “el manual Milei”. Los ecuatorianos decidieron que durante los próximos cuatro años en Ecuador se gobierne al estilo Noboa.
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