Noboa consolida su poder en Ecuador con el impulso de la derecha en la región y el desafío de la gobernabilidad
Análisis de Sebastian Jimenez, CNN en Español
Al contrario de los pronósticos y expectativas, Daniel Noboa ganó con una ventaja clara en Ecuador: no hubo el resultado estrecho que se anticipaba después de la primera vuelta. En la segunda vuelta, el actual mandatario aseguró la continuidad en el poder en un momento en que la derecha en el continente mira hacia el referente de Donald Trump. La postura de Noboa, de combate al crimen organizado en medio de la crisis de seguridad, caló entre los votantes a pesar de que no se han materializado nuevos acuerdos de cooperación internacional.
La permanencia en el poder de Noboa, quien llegó a Carondelet en 2023 tras la “muerte cruzada” de Guillermo Lasso en una elección excepcional, puede circunscribirse a un momento en que la derecha latinoamericana busca apalancarse en el mandato de Trump, según analistas consultados por CNN.
“Hay una tendencia hacia la derecha en general en América Latina, más que nada por los pésimos gobiernos que han hecho los gobiernos del mal llamado Socialismo del siglo XXI”, dijo Eduardo Gamarra, docente de la Universidad Internacional de Florida, a CNN.
La victoria de Noboa refleja “que la derecha latinoamericana va a mantener esta plaza muy importante en Ecuador y que tiene además unas grandes conexiones, por supuesto, con otros países: hay una relación entre Noboa y Bukele y —como todos sabemos— hay una relación muy estrecha ahora entre Noboa y el presidente Trump”, explicó Gamarra.
A principios de abril, Noboa se reunió en Mar-a-Lago, Florida, con Trump. En una entrevista posterior, Noboa dijo que la reunión con el presidente fue privada y la calificó de positiva, sin entrar en detalles.
“El Gobierno está abierto también a bases internacionales, por eso lo propusimos (un proyecto de ley) en la Asamblea por medio de la bancada del movimiento Acción Democrática Nacional (ADN) y también que exista un trabajo en conjunto con el Ejército ecuatoriano y con la Policía Nacional”, dijo Noboa en ese momento para referirse a la cooperación con Estados Unidos en materia de seguridad.
En 2024, Noboa presentó un proyecto de reforma parcial a la Constitución para que la Asamblea Nacional modifique un artículo que prohíbe “la existencia de bases militares extranjeras e instalaciones con propósitos militares” en el país. Si es aprobado el proyecto, que aún está en trámite legislativo, sería enviado a un referéndum de votación ciudadano.
Noboa ratificó el año pasado dos convenios militares de Ecuador con Estados Unidos.
“Efectivamente lo que hemos visto es un presidente muy cercano al gobierno de Estados Unidos y muy apalancado en la posibilidad de que el gobierno de Estados Unidos brinde asistencia” a nivel de seguridad, explicó a CNN la analista Ruth Hidalgo, directora ejecutiva de la Corporación Participación Ciudadana y decana de la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de las Américas.
El ámbito de las relaciones exteriores es un punto clave para el nuevo periodo de Noboa, más allá del acercamiento a Estados Unidos. “No hay un guion de cómo se va a posicionar el país, no solo en el tema del narcotráfico y de la inseguridad, sino en términos generales en el entorno internacional”, opina Santiago Basabe, profesor de la Universidad San Francisco de Quito y director de la Asociación Ecuatoriana de Ciencia Política (Aecip).
“Uno de los grandes temas (para Noboa) es si hay una verdadera política exterior del Ecuador. ¿Hacia dónde vamos a caminar en términos de seguridad, en términos de narcotráfico, en términos de con qué países vamos a tener mayores y menores cercanías?”, se pregunta Basabe.
Para el analista, la relación con mandatarios de izquierda como el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, es una incógnita. Y se trata de dos países cuya relación es importante para Ecuador. En el caso de México, por lo demás, está el desafío de la ruptura de relaciones tras el asalto a la embajada de ese país en Quito en 2024.
Noboa ganó terreno en lugares donde en primera vuelta la canidata opositora Luisa González tuvo mejor desempeño, como Guayaquil. “Las razones tienen que ver con temas como la dolarización, por ejemplo”, explica el profesor Basabes, en referencia al sistema monetario vigente desde hace 25 años en Ecuador que cuenta con amplio apoyo ciudadano. Pero el discurso de González sobre el fortalecimiento del modelo “nunca terminó de convencer del todo”, dijo Basabe.
González planteó que para proteger la dolarización habría un aumento del número de divisas que ingresan a Ecuador, y propuso fortalecer la industria nacional para aumentar las exportaciones y la inversión en educación, salud e infraestructura, pero a lo largo de la campaña las posturas de su grupo político sobre el tema fueron consideradas contradictorias. Diego Borja, candidato a vicepresidente de González, y quien además se desempeñó como ministro de Economía y Finanzas en 2006 del entonces presidente Rafael Correa, fue objeto de escrutinio por cuenta de un artículo académico publicado en el año 2000 que se refería a una “salida” de la dolarización. Además, en marzo, la asambleísta correísta Paola Cabezas, cuestionó el enfoque tradicional de la dolarización en Ecuador y aseguró que “hay que hacer una dolarización a la ecuatoriana”.
En campaña, el presidente Noboa dijo que el correísmo representado por González pretendía establecer una moneda paralela, los llamados “ecuadólares”. En el debate presidencial de marzo, González dijo que “garantizaría” la dolarización y pidió a los votantes “no comer cuento” al respecto.
Noboa ratificó al dólar como el “único medio de pago oficial” en Ecuador en un decreto en marzo.
Noboa llega a un nuevo periodo con un Congreso dividido, elegido en febrero. El profesor Gamarra explica que “probablemente Revolución Ciudadana tendrá la mayoría en el Congreso en base a alianzas que probablemente se van a consolidar con (el movimiento indígena) Pachakutik y con otros partidos mucho más pequeños”.
“Tomando en cuenta que con seguridad o con mucha probabilidad la legislatura va a estar controlada por la Revolución Ciudadana”, Noboa “tiene que generar cambios muy importantes en su política”, opina el profesor Basabe.
¿Cómo llevará a cabo su agenda política para conseguir apoyos? En ese contexto, vuelve el referente de Estados Unidos. “La tendencia la estamos viendo en Estados Unidos también: a pesar de que el presidente Trump tiene control de ambas cámaras, hay una tendencia hacia gobernar por decreto, por directiva presidencial”, explica Gamarra.
El analista describe esa tendencia como un problema del presidencialismo latinoamericano y explica de alguna manera la decisión de los votantes: “Cuando se da un empantanamiento con el Congreso, hay una tendencia a los poderes ejecutivos a gobernar por decreto. Y en el contexto de gran inseguridad, la gente ecuatoriana, pues demanda mayor seguridad y están dispuestos a entregar derechos”.
El encuestador y asesor político Jaime Durán Barba, en cambio, considera que Noboa la tiene más fácil en este segundo periodo. Se trata, dice Durán Barba, de “un cambio enorme en la política ecuatoriana a partir de las elecciones de la primera vuelta, en que por primera vez asoma en el Congreso un bloque grande que no es del correísmo, no es de la Revolución Ciudadana, en 20 años”. Durán Barba señala como un hecho para marcar que la diputada más votada del país —a quien por ley le corresponde la presidencia del Congreso— es la madre de Noboa, Anabela Azín.
“Ese es un cambio radical. El correísmo ha tenido mayoría en el Parlamento ecuatoriano durante 20 años y más. Creo que para Noboa va a ser mucho más fácil gobernar”.
Durán Barba además considera que el terreno ganado en las provincias indígenas da cuenta de que la votación indígena no actuó conforme a “la cúpula nacional”: el Movimiento Pachakutik, el brazo político de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), la más importante del país, consolidó un acuerdo programático con la candidata Luisa González antes de la segunda vuelta. “Los diputados responden a las fuerzas indígenas locales y muy fácilmente van a ser parte de la mayoría de Noboa”, dice Durán Barba.
El triunfo de Daniel Noboa no solo marca la continuidad de un proyecto político en Ecuador, sino que también refleja la reconfiguración del mapa ideológico en América Latina, con un viraje hacia posturas alineadas con referentes internacionales como Donald Trump y Nayib Bukele. Enfrentado a desafíos internos como la inseguridad, la gobernabilidad y la tensión diplomática con países vecinos, Noboa inicia este nuevo periodo con un respaldo popular frente a un escenario político fragmentado que pondrá a prueba su liderazgo.
Así, el desempeño de la política exterior de Noboa, aún por establecerse en este contexto, podría servir de pauta para otras elecciones en el continente.
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Con información de Ana María Cañizares, de CNN, y reportes de EFE.