Renunció la presidenta interina de la Universidad de Columbia una semana después de anunciar cambios radicales de políticas
Por Emma Tucker, CNN
La presidenta interina de la Universidad de Columbia dimitió, según informó la institución el viernes, una semana después de anunciar cambios radicales en su política, aparentemente cediendo a las exigencias de la administración Trump condicionadas a la financiación federal.
La Dra. Katrina Armstrong tomó el timón de una de las universidades de élite del país bajo presión el año pasado por sus políticas y manejo de las protestas en el campus, que siguieron aumentando bajo la administración Trump. Fue nombrada presidenta interina en agosto, el mismo día en que renunció la expresidenta Minouche Shafik, que se enfrentaba al escrutinio público por su manejo de los campamentos en el campus de Columbia que protestaban contra la guerra entre Israel y Hamas.
La Universidad de Columbia anunció recientemente una serie de nuevas políticas, haciendo aparentes concesiones al Gobierno de Trump tras la revocación de US$ 400 millones en fondos federales por las protestas en el campus. Las nuevas directirces incluyen nuevas restricciones a las manifestaciones, sanciones a los grupos de estudiantes infractores, dar a la policía del campus nuevos poderes de arresto y al rector más autoridad para ocuparse de los procedimientos disciplinarios, y revisar el plan de estudios sobre Medio Oriente, entre otros.
“La Dra. Armstrong aceptó el papel de presidenta interina en un momento de gran incertidumbre para la Universidad y trabajó incansablemente para promover los intereses de nuestra comunidad”, declaró David J. Greenwald, presidente del consejo de administración.
Claire Shipman, copresidenta del consejo de administración de Columbia, ha sido nombrada presidenta en funciones hasta que el consejo pueda completar la búsqueda de un nuevo titular, según un comunicado de la universidad.
Shipman forma parte del consejo desde 2013. Es periodista y autora y tiene un título de posgrado de Columbia, dijo la escuela.
En una declaración a la comunidad, Armstrong escribió: “Durante los últimos meses, agradezco haber tenido la oportunidad de desempeñar un pequeño papel en la navegación de esta vasta entidad a través de uno de los momentos más difíciles de su historia”.
Antes de ser presidenta interina, Armstrong, doctora en medicina, fue vicepresidenta ejecutiva del departamento de salud y ciencias biomédicas de Columbia y directora ejecutiva del campus médico. Ahora regresa para dirigir el Centro Médico Irving de la universidad, según el comunicado.
Cuando CNN se puso en contacto con la Universidad de Columbia para solicitar sus comentarios, un portavoz compartió la declaración en línea de la universidad.
El presidente de la Comisión de Educación y Empleo de la Cámara de Representantes, el republicano Tim Walberg, de Michigan, deseó a Shipman “mucho éxito” en su nuevo cargo, pero advirtió: “Estaremos vigilando”.
“Ahora no es el momento de que la Universidad de Columbia retroceda en el combate contra el antisemitismo rampante que asola la casa de estudios. Hasta ahora, Columbia ha fracasado a la hora de mantener su compromiso con los estudiantes y profesores judíos, dejándolos expuestos al acoso, la intimidación e incluso la agresión”, dijo en un comunicado Walberg, cuyo comité ha pedido a la escuela registros disciplinarios detallados de los estudiantes.
Tres agencias federales han manifestado su satisfacción por los cambios en la política de Columbia anunciados la semana pasada, lo que parece indicar una posible restitución de fondos a la institución.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos, el Departamento de Educación y la Administración de Servicios Generales calificaron las medidas de Columbia como un “primer paso positivo”.
En una declaración de Armstrong cuando se anunciaron los cambios de la semana pasada, dijo: “Hemos trabajado duro para abordar las preocupaciones legítimas planteadas tanto desde dentro como desde fuera de nuestra comunidad de Columbia, incluidos nuestros reguladores, con respecto a la discriminación, el acoso y los actos antisemitas a los que se ha enfrentado nuestra comunidad judía a raíz del 7 de octubre de 2023”.
En virtud de los cambios, las protestas están efectivamente prohibidas dentro e inmediatamente fuera de los edificios académicos, y toda manifestación está sujeta a las políticas antidiscriminación y antiacoso de la universidad.
Los sindicatos que representan a profesores y otros educadores demandaron esta semana a la administración Trump por su revocación de US$ 400 millones en fondos federales de investigación autorizados por el Congreso para Columbia. La demanda acusa a la administración de apalancar los fondos para obligar a las restricción de expresiónes en el campus y obligar a la escuela a renunciar a su independencia académica.
Armstrong se reunió con miembros del profesorado durante el fin de semana para pedir su apoyo a los cambios de política, informó The Wall Street Journal. Durante la reunión, Armstrong dijo a los líderes de la facultad que seis agencias federales están investigando la casa de estudios y podrían retirar su apoyo, lo que sería “potencialmente devastador para nuestros estudiantes en particular”, según una transcripción revisada por The Wall Street Journal.
Según el periódico, durante la reunión tuvo que hacer frente a la oposición de miembros del profesorado preocupados por la situación.
Mientras Columbia se encuentra en el punto de mira de la administración Trump, que se centra en las protestas en los campus y en la represión de la inmigración, quedan muchos interrogantes sobre cómo se concretarán los cambios anunciados, ahora que los estudiantes regresan cuando quedan menos de dos meses de curso y las tensiones vuelven a recrudecerse en Gaza.
Fue la primera universidad que vio recortada su financiación como parte de las amenazas del presidente Donald Trump de recortar el dinero federal a las universidades acusadas de tolerar el antisemitismo en medio de la guerra entre Israel y Hamas que comenzó en octubre de 2023. La universidad ha declarado en repetidas ocasiones que no tolerará el antisemitismo.
El pasado curso académico se produjeron disturbios generalizados en el campus, incluidas protestas y acampadas propalestinas, contraprotestas, tomas de edificios, detenciones y ceremonias de graduación reducidas, con Columbia convirtiéndose en el epicentro de las manifestaciones a escala nacional.
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Chris Boyette, Yash Roy y Gloria Pazmiño de CNN contribuyeron a este reportaje.